26 de abril de 2009

Luces y sombras.

- Telehr. Tú te quedarás aquí con el arma desenfundada y listo para actuar. Turner, de momento tu le harás compañía, yo me adelantaré para intentar observar la entrada del faro. Avanzó sigilosamente rodeando el faro hacia la izquierda, buscando con los ojos la luz que se adivinaba en el otro lado. Sus pasos eran tan cuidadosos que su vuelta les cogió por sorpresa.

- En la puerta hay dos luces y un guardia. Turner. Tú y tu rifle de precisión vais a vigilar que siga allí. Telehr, nos cubrirás desde aquí, así que mantente alerta. Yo daré la vuelta al faro por el otro lado y me aproximaré a la base. Su voz sonaba tan firme y decidida que le recordo a 'S', esta era su vocación, había nacido para esto.
Jason tenía instinto de cazador. Mientras abrazaba su rifle, recordaba lances cinegéticos con los ciervos, al norte de su granja. Como el depredador acecha a su presa, se acercó hasta una cómoda posición a poco menos de doscientos metros de la puerta.su presa se encontraba allí. Tranquila. Ignorante. Oteó la parte alta del faro en búsqueda de algún peligro inadvertido, pero fue en vano. Las sombras de la noche desdibujaban la figura del faro y la luz giratoria parecía levitar. Ahí arriba no hay nada.
El frío y la oscuridad, ayudados de la húmedad de la lluvia y el mar, desafiaban la resistencia física del comando. En especial a Marcus. Aquí parado en medio de la nada. Me estoy congelando. ¿Cuándo comenzará la acción?

Johan se estremeció. Una piedra rodó por la roca desnuda, provocando un gran alboroto en el silencio de la noche. Acto seguido se tiró al suelo, ahora sin hacer el mas mínimo ruido, e intentó ocultarse lo mejor que pudo.
El guardia acababa de despedir a su compañero que había salido a visitarle y fumar con él, cuando oyó otro ruido extraño. Esta vez había sido muy cerca. Hoy se han vuelto locos los conejos. Alzó un poco la mirada. No observó nada extraño.
¡Mierda Johan! Tras recuperar el aliento, continuó aproximandose a la base poligonal del faro. Alcanzó el sólido apoyo de la pared de hormigón, en medio de la oscuridad. Se encontraba en la mitad exacta del faro, entre la puerta con dos focos y la parte posterior con solo uno. Ese era su objetivo. Con habilidad vampiresca, surgió de entre las tinieblas para, con la culata de su arma, destrozar la pequeña luz que iluminaba la trasera del faro.
Eso no son conejos. ¿Qué demonios habrá pasado? Con desgana, se puso en marcha para ver si veía algo. Comenzó a dar la vuelta al faro.
Johan volvió a dónde estaba y esperó. Con cierta dificultad, logró escuchar los pasos del guardia alejandose en la otra dirección. Estaba a salvo, por ahora.
El dedo de Turner acarició el gatillo. ¿dónde irá nuestro amigito? Su cabeza, aumentada por el visor del fusil, parecía una diana perfecta. No. El sargento me ordenó esperar su señal.
Por el momento había conseguido mantener a raya su ansiedad, aunque siguió al guardia con su cruceta.
Ahora era su oportunidad. Johan se deslizó por el lateral del faro. El guardia se había equivocado de lado. Pegando el cuerpo a la fría pared de la base del faro, abandonó el refugio de las sombras con la pistola en una mano, listo para apagar por última vez una de las luces que custodiaban la entrada.

En su precipitación, tropezó. Era uno de esos fallos que te puede costar la vida. Aunque no supo porqué, le vino a la memoria recuerdos de su infancia, jugando en la calle. Recordó a las vecinas del barrio, tendiendo la ropa recién lavada a lo largo de las cuerdas atravesando la calle y le invadió el olor del jabón artesanal. Sumido en estos recuerdos alzó la vista, como esperando ver la ropa colgada. Lo que halló le hizo volver a la realidad. Alguien le estaba observando desde arriba. Unos ojos penetrantes clavaron su mirada en él. Recuperando la cordura volvió presto a las sombras.
Otro falló de estos y jamás volveré a pasear por ninguna calle. Ahora, con el mayor sigilo, se acercó a una de las luces y con un golpe certero consiguió apagarla por siempre.
El sonido de cristales rotos retumbó en la noche noruega. El soldado que custodiaba la puerta se encontraba al otro lado del faro. A oscuras. Aquí hay algo mas que conejos. Enarboló su arma y se dirigió en la dirección en la que se encontraba Johan.

[ La foto del faro la ha realizado Ángel F. Santos, y puede encontrarse en: http://www.flickr.com/photos/97756716@N00/33579750/ ; yo se la he cogido prestada. =) ]

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